Como los conflictos bélicos que Donald Trump prometió solucionar en 48 horas, la dimensión del enfrentamiento entre el presidente de Estados Unidos y su ex alto cargo Elon Musk ha ido escalando desde la despedida del multimillonario sudafricano el pasado viernes en el Despacho Oval. El creciente distanciamiento entre ambos cristalizó en ruptura hace un par de días cuando Musk calificó de «abominación repugnante» la gran apuesta legislativa del presidente: la llamada 'One, Big, Beautiful Bill' ('una, grande y hermosa'), la ley ómnibus fiscal y presupuestaria que es la base de su agenda política. La respuesta de Trump ha llegado