La reciente decisión del Gobierno socialista de rescindir los contratos de compra de lanzacohetes Silam y otro material armamentístico al Gobierno de Israel ha desatado una ola de incertidumbre en el noroeste español. Más allá de la polémica geopolítica que envuelve la relación con el Estado israelí, esta medida tiene consecuencias tangibles y dolorosas para las provincias ya castigadas por la despoblación, la falta de inversión y el olvido institucional. Los contratos ahora cancelados no eran meras transacciones comerciales: formaban parte de un ambicioso plan de modernización del Ejército que incluía una fuerte apuesta por infraestructuras y personal militar en