Se subió a un atril en Sevilla tan sólo una semana después de que Antonio Rodríguez Buzón saliera a hombros del San Fernando. De hecho, fue quien a quien nos referimos quien dio el aldabonazo de la fiesta el Domingo de Pasión. La hermandad de Los Gitanos de la que él formaba parte había organizado en 1956 un recital poético en el teatro Álvarez Quintero en el que iba a participar como la estrella que era Ramón Charlo Rodríguez (1902-1996) , uno de esos trovadores olvidados por la pátina del tiempo y la mala baba. Nadie hoy recuerda acaso que