Dos estudiantes de Erasmus se encontraban asomadas a la ventana de su casa, junto a la calle Atocha, observando distraídas cómo trabajaban un grupo de obreros en el patio de la Sociedad Cervantina , en lugar del que salió, 400 años antes, el primer ejemplar impreso de 'Don Quijote de la Mancha'. Repentinamente, un revuelo enorme entre los trabajadores les indicó que algo pasaba. Fijando su atención, descubrieron lo que causaba tanto asombro a los obreros: un montón de huesos humanos, cráneos entre ellos, amontonados en un gran orificio en el suelo. Los operarios estaban realizando algunos trabajos en un