El G7, la reunión anual de las principales democracias occidentales, arrancó este lunes en Kananaskis (Canadá) con dudas de que sus miembros pudieran salvar el distanciamiento del EE.UU. de Donald Trump para cerrar acuerdos importantes. Y, tras el regreso antes de tiempo del presidente de EE.UU. a Washington para ocuparse de la guerra Israel-Irán , se cerró sin grandes consensos diplomáticos; en especial, en los temas que apuntaban a dominar la cita: Ucrania y aranceles. La cumbre del G7 (EE.UU., Canadá, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia y Japón) en las Montañas Rocosas del oeste de Canadá fue sacudida por el